
En una época en la que las consciencias se pueden convertir en luz y electrones, volcarlas a las redes y dirigirlas en una sola dirección, los individuos no están aún tan informatizados como para ser componentes únicos de ese complejo.
En una época en la que las consciencias se pueden convertir en luz y electrones, volcarlas a las redes y dirigirlas en una sola dirección, los individuos no están aún tan informatizados como para ser componentes únicos de ese complejo.